1. Evita las conversaciones vacías
Olvida de empezar con frases como “¿Qué clima de locos, no?”, o en su defecto “¿Qué tráfico de locos, no?”. Cada situación es única, por lo que el tema con el que inicies debe serlo también. Un rápido análisis de la apariencia de la persona con la que quieres hablar es un buen comienzo para darte ideas sobre qué tema es adecuado al momento.
- Lo más fácil: pídeles su opinión.
¡Todo el mundo tiene una! para alguien que no conozcas bien, es importante recordar el punto 1: no vas a preguntarle sobre su pizza favorita si están en un congreso de comunicación, ¿Verdad? Sin embargo, temas como la política los debes dejar para un poco más adelante, cuando se conozcan mejor.
Todos tienen una opinión, solo tienes que pedirla
- Pídeles un consejo o recomendación
Esto funciona muy bien al notar algún accesorio que te llame la atención (y que la persona obviamente lo escogió porque le gusta). Si su corbata es digna de mención, sólo es cuestión de preguntarle dónde la compró.
O dónde consiguió esos gemelos
Tip adicional: Siempre usa preguntas abiertas
Si tu pregunta puede responderse con un sí o un no, que no te extrañe que eso sea lo único que obtengas; en todo caso, ten una pregunta adicional para continuar la conversación sin importar cuál sea la respuesta. Recuerda que tienes el comodín de preguntar “¿Por qué?”
¿Tienes una recomendación adicional para iniciar conversaciones? ¡No olvides comentarla!